El valor de una cosa normalmente viene dado por su escasez, véase materiales como petróleo o gemas.
Si una cosa es fácilmente disponible, nadie va a prestarle demasiada atención.
Pero lo curioso es cuando la disponibilidad cambia a nula, por lo visto de un momento a otro saltan los buscadores de tesoro y miran con resentimiento al que se ha llevado la última unidad en existencia. Eso es extraño porque muchas veces lo tenían enfrente y no hubiera hecho falta gran esfuerzo cogerlo.
Estos cazadores harán bien en fijarse si tienen otros recursos de distinto tipo cerca para que no se vuelvan a perder algo que tenían delante de sus narices.
martes, noviembre 20, 2007
Adoration
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
1 comentario:
je! este si lo he pillado...
Publicar un comentario