Levantarse tarde, sentarse en el Trono de Hardestadt©, mirar lo que se ha descargado mientras que la calefacción empieza a trabajar, hacer nada durante unas horas, mirar alrededor, empezar a recoger, lavar y planchar, hacer trabajos, hablar por teléfono y meterse en el messenger.
Son cosas habituales un domingo, sobre todo importa el hacerlo todo con calma y relajado, ya empezara la acción otra vez mañana.
domingo, noviembre 18, 2007
Domingos
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario