...pueden entrarle a cualquiera aunque tenga puesta voluntad de hierro en su ficha. Hombre, no deberíamos matarnos con ellas ni intentar esquivarlas en plan Matrix porque de vez en cuando nos salvan de una tontería muy gorda.
Podemos tener dudas de lo mas diverso. Si es buena idea pasar de irnos a esa clase coñazo. Si es buena idea entrar a la chica esa. Si es buena idea desviar los tanques hacia el sur y no zamparse Moscú. Tantas decisiones que hacer y lo que más jode es que no tenemos un savegame que cargar si nos sale mal una cosa. Pero bueno, a estas alturas nos hemos acostumbrado.
Como todos sabemos, las dudas se resuelven como ante cualquier conflicto bélico. Si los beneficios potenciales superan con creces a los riesgos...bueno, hay un miembro menos para la comunidad internacional. Si los riesgos no merecen la pena, los dejamos a un lado.
Pero de vez en cuando se nos presenta otra clase de dudas, mucho mas cabronas. No llegan al nivel de las existenciales, pero superan a las normales. Suelen estar centradas en nuestras capacidades. No en todas sino en una(s) concreta(s).
Si, una vez que nos entran, es difícil echarlas y lo mas cabrón es que son capaces de inclinar el balance hacia lo negativo aun a pesar de que todo lo demás este bien. Que cabronas. Hace un crucifijo no servirá supongo...
No hay comentarios:
Publicar un comentario