Te paras un momento. Has encontrado algo que te parece lo mejor. Lo quieres. Lo necesitas. Lo miras con una cierta sonrisa. Pasa un tiempo y sigues queriéndolo.
Pero poco a poco desde la parte trasera de tu cabeza te llega una voz que te recuerda que no puedes permitírtelo.
Te giras, pero echas un último vistazo. Miras al frente para no quedarte parado. Y sobre todo intentas pensar en nada en absoluto.
viernes, octubre 05, 2007
El escaparate
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario