A veces pasan cosas extrañas.
Podemos haber hecho algo cientos, miles, cientos de miles de veces, siempre hemos seguido sin pensarnos nada más. Muchas cosas han acabado por convertirse en automatismos que ni notamos cuando los llevamos a cabo.
Pero muy de vez en cuando lo hacemos.
Notamos que estamos diciendo las mismas frases ya dichas cientos de veces, haciendo las mismas risas de siempre, empezando a leer el guión desde arriba y ...
...nos invade una sensación de que lo que estamos haciendo es tan pesado. Sabemos el resultado, lo hemos visto taaantas veces. El tener que hacer lo mismo oootra vez nos quita todas las ganas en un instante. Volvemos la mirada hacia delante otra vez y nos ahorramos esfuerzo en vano. Mejor.
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