Dice una sabiduría popular que perros que ladran no muerden. Es una verdad.
También se aplica a las personas.
La gente suele decir en alto algunos virtudes que supuestamente tienen como si fuera para decir a los demás que lo confirmaran.
Intentan tapar sus defectos diciendo que tienen la virtud contraria en alto para autoconvencerse de que todo esta bien. También intentan convencer al resto de la gente que ellos son buenas personas y intentan enmascarar así a sus fallos graves. Por ello mucha gente dice que siempre están para sus amigos, que son tan caballero o similares.
Y cuando resulta obvio o se les dice con buena razón que no es así reaccionan con enorme enfado y sobre todo indignación. Es así porque se les confronta con su ser real, algo que no les es nada cómodo que sea público.
Pero hay una cosa que si ha sido clara a lo largo del tiempo. Es cuando realmente tienes algo y no esta en duda, no hace falta hablar constantemente de ello al no tener que demostrarlo. Sencillamente lo tienes y punto.
Resulta que sencillamente tienes estas virtudes y no tienen que ser dichas en cada momento; no las vas a conseguir así.
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