Otra vez se consiguió. A veces es más fácil de lo esperado evitar un viaje no deseado.
La mayoría de la gente piensa en sitios molones con antiguas fortalezas, ciudades con siglos/milenios de historia o playas (a ser posible tropicales) cuando se habla de viajes.
Pero hay viajes que son necesarios por motivos de trabajo, administrativos o para sancionar las nuevas leyes opresoras de nuestro recién creado imperio.
Esta clase de viaje es odiosa pues no nos trae nada, nos aleja de lo que queremos y gasta tiempo en el viaje mismo a nuestro destino.
Todo eso es normal y habitual (la diferencia es si vamos a un barrio de la ciudad o a otra punta del país). Pero después de muchos años de viajes extensos y frecuentes, miles y miles de kilómetros recorridos y ya habiendo caído en automatismos (dormir al entrar en el avión, despertar cinco minutos antes que nuestro tren llega a nuestra estación) algunos estamos tan sumamente hartos de viajar que lo intentamos evitar a toda costa
Y a veces funciona.
jueves, mayo 03, 2007
Viajes no deseados
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