Inocente

El estaba sentado en la mesa de siempre, con la silla de siempre, con alguien exponiendo algo horriblemente aburrido como siempre.

Un breve segundo miró hacia un lado y la vio a su lado como siempre. Si, era bella. Si, era agradable. Si, era un genio.
Por ello el había invertido gran cantidad de tiempo en intentar conquistarla. Pero aquella mañana era distinta. Se acordó de los continuos altibajos de la relación que habían pasado antes de una ruptura que duró un verano. Cuando se reconciliaron esta vez habían cambiado algunas cosas. Lo que mas destacaba era que el ya no la intentaba conquistar, ya que o se había cansado o se había dado cuenta que aquello llevaba a ninguna parte. Lo que menos destacó era que el había conocido a una chica que consideraba como muy simpática, a pesar de que muchos la despreciaban por una fama particular.

Si, a el le gustaba hacer recapitulaciones de su vida de vez en cuando. Miró otra vez hacia delante pensando que aun quedaría un tiempo hasta que le dejaran salir de la sala.
Entonces escuchó de su lado una voz con un tono inquisitivo preguntando "Tu estas con la tía esa, no ?".
El la replicó "No, no tengo tanta suerte últimamente"
Ella volvía a mirar hacia delante con una cara de enfado.

El siguiente día misma escena, mismo aburrimiento, sin grandes discusiones, sin previas conversaciones.
-"Tu estas con la tía esa !"
-"Nooooo"
-"Te la estas tirando, no me mientas !"
-"Ehhmm...no es así..., pero donde esta el problema si fuera así...?
-"Da igual..."

Y a partir de allí la relación inició su declive rápido y definitivo. Hoy no se hablan ni se miran. El se sentía como si debería darle las gracias a la otra chica por aunque sea de manera indirecta terminar con la pesadilla de una vez, ya que ninguno de los dos eran capaces de hacerlo.


Recientemente a el le venían tres otras chicas en un solo día y le decían lo mismo, cada una por separado.
El miró hacia abajo, no estaba sentado en un asiento eyectable
El miró al suelo, no había arena en el suelo y no podía hacer de avestruz
El miró hacia la ventana, Skorzeny no le iba venir a rescatar
El miró hacia el techo acristalado, Spiderman no le iba a tirarle una cuerda donde por la que escapar.