lunes, febrero 05, 2007

Decir la verdad...


...es una cosa en el fondo buena. Suele ser una actitud admirada y se la exige prácticamente siempre. Se habla el equivalente a enciclopedias acerca de lo normal que es y todo el mundo presume que siempre lo hace. Si se duda de ello es difícil de encontrar alguien que no se siente ofendido, incluso si no esta diciendo la verdad y lo sabe.

Hay varias cosas que no significan que se dice la verdad. Una cosa es mentir, sea como sea, incluyendo "inexactitudes" y otra es la actitud referida a veces como "callarse como una puta". Sin duda suele ser deplorable en teoría. Pero todos sabemos que no siempre todo es la teoría y por ello la vida suele llenarse de inexactitudes que muchas veces son el resultado de un intento de permanecer dentro de un cierto margen de cortesía y buenos modales.

Pero casi nos olvidamos siempre de un caso distinto. Es el de que la verdad no siempre le gusta a todos. La gente no quiere saber de sus tropiezos para que no se estorbe de la visión positiva que tienen de si mismos. Confrontados con la verdad se suelen enfadar y mostrar indignados de lo increíbles que les suenan las "acusaciones"(que obviamente no son verdaderas), lo que siempre tiene su cierta gracia.

Por eso existen pocas personas que van a decir algo que es verdadero pero que no le gusta a otra escucharla por el riesgo que supone al clima de la conversación y relación de las personas que hay en ella.

Aun mas olvidado es un tipo de persona especial. Es tan olvidado por lo poco frecuente que es. Es la persona que enfrentado a una verdad que no le gusta lo acepta e incluso le encanta que se lo hayamos dicho.

Si, existen méritos poco apreciados y aun menos personas que lo hacen. Con ello demuestran lo que valen.

No hay comentarios: