lunes, septiembre 25, 2006

“Hoy tenía...


... un sueño. Era muy real. Hasta los detalles más insignificantes estuvieron presentes.
Lleve una vida muy parecida a la real. Pero al poco tiempo noté una diferencia. Allí estuvo lo que mas deseaba. Lo que quería desde hace tanto tiempo estuvo allí frente a mí.


Todo era perfecto, o al menos no había nada que remotamente me podía molestar y me sentí bien durante unos instantes. Pero de repente me di cuenta de que estuve soñando.
Intente no escuchar este sentimiento, no quería despertar, no quería nunca mas abandonar esa escena, pero pasó y desperté.

La mirada se fue hacia el reloj. Perfecto, cinco minutos antes de que el despertador sonara y yo le mandara volando como casi siempre.

Por un instante cerré los ojos pensando que tal vez podría volver a aquel sueño y no despertarme más.”


Existe una rama de ciencia que se dedica a la investigación de los sueños. Una de las teorías mas interesantes dicta que en el fondo, todos los sueños son metáforas de algo que nos preocupa, algo que queremos, solo que un sentimiento toma forma de objeto o persona/animal/tortuga ninja. Igualmente interesante son los raros casos que nos damos cuenta de que no es real lo que estamos viviendo.

Sea como sea, algunos sueños pueden ser enormemente impactantes. Despertamos y durante un segundo nos preguntamos si fueron verdad. Puede haber sueños que son tan absurdos que nos cuesta levantarnos por la risa que se nos ha pegado. Otros pueden ser tan terroríficos que nos alegramos haber despertado finalmente.


Y finalmente otros pueden ser tan maravillosos que nos hacen sentir mal al dejarlos atrás.

No hay comentarios: